Alto Rendimiento en la FP de Euskadi: Hacia nuevas competencias a través de metodologías basadas en retos.

 POR DANIEL IRAZOLA ATXA. DINAMIZADOR DE INNOVACIÓN EN APRENDIZAJE - TKNIKA

Euskadi cuenta con una Formación Profesional de reconocido prestigio, tanto nacional como internacionalmente, y que ha jugado un papel fundamental en la competitividad de nuestra economía. Pero las realidades sociales cambian y nuestro esfuerzo debe de estar encaminado a adaptarnos con éxito a esa transformación. Lo demanda el mercado, lo saben las empresas, y las personas profesionales de la educación, somos muy conscientes también de estas necesidades.

La irrupción del término competencias en los currículos ha revolucionado la forma de entender la educación. Hace tan solo unos años lo fundamental era lo que el alumnado era “capaz de hacer”, hoy ese paradigma ha cambiado por otros elementos entre los cuales su actitud, consigo mismo y su entorno es cada vez más relevante.

El aprendizaje es un proceso de evolución, donde el propio alumnado es protagonista y responsable de sí mismo. Unas veces trabajando en equipo, otras individualmente, pero siempre intentando superar los retos que encuentre en su andadura profesional.

Trabajo en equipo, capacidad comunicativa, liderazgo, creatividad, disposición innovadora, e inteligencia emocional no son solo palabras bonitas; son ya parte de las nuevas exigencias de nuestra sociedad en el ámbito profesional.

Con el objetivo de responder a estos nuevos retos hemos desarrollado desde la FP de Euskadi el proyecto que os queremos presentar: “APRENDIZAJE COLABORATIVO BASADO EN RETOS”.

La propuesta supone profundizar en el aprendizaje puesto que encontraremos sentido a todo aquello que queramos aprender. La adquisición de una competencia o aprendizaje necesita de una combinación de consciencia, emociones, y trabajo individual, en unas ocasiones, y colaborativo, en otras.

Detallamos seguidamente las dinámicas de funcionamiento de este modelo. Se llevan a cabo a partir de equipos de 4 o 5 personas, constituidas a través de una dinámica rápida donde se trabajan los perfiles personales y se generan equipos lo más equilibrados posible, en base a esos perfiles. Es importante que los equipos definan las condiciones sobre las que van a trabajar, y concreten qué es lo que quieren potenciar, y aquello que quieren evitar.

Planteamos una situación problemática, cercana a la realidad y contextualizada en el modelo de aprendizaje en el que se encuentre el reto.

• De problema a reto. Es imprescindible interiorizar esta situación como reto, de lo contrario nuestro grado de implicación será menor.
• Obtener información y generar alternativas. Cuando nos enfrentamos a un reto nos surgen preguntas. La labor docente consiste en ayudar al alumnado a formular las preguntas más importantes y facilitarle la información. A veces será él mismo o ella misma quien busque la información pertinente. En ocasiones las respuestas generan más preguntas a las que hay que responder.
• Presentar las propuestas. Una vez hechas las preguntas y respondidas, el alumnado tiene la capacidad de plantear propuestas diferentes. En esta Fase de presentación de alternativas, la capacidad creativa del alumnado se estimula y puede requerir la colaboración de otros grupos. 
• Seleccionar las propuestas. Una vez encima de la mesa elegimos cuál es la más adecuada. Dentro de las diferentes alternativas es importante elegir una en la que hayamos visualizado nuestro objetivo.
• Planificar las acciones. Es necesario completar con la asignación de tareas dentro del propio equipo incluyendo en la planificación un análisis de los riesgos.
• Ejecutar. Desarrollar las acciones elegidas y planificadas. La práctica y la experimentación desarrollarán las habilidades y destrezas del alumnado.
• Presentar resultados. En conjunto o individualmente llevaremos a cabo la presentación de los resultados del reto. Esto se puede hacer a nivel presencial o a través de las TIC.
• Evaluar. Realizar la evaluación teniendo en cuenta la evidencia, no solo de los resultados, sino de las actitudes. Los resultados deben de ser elementos de reflexión para abordar la mejora de los próximos retos.